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19 abril, 2024

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TIC CANARIAS: Entrevista a la directora general de Asuntos Económicos con África

Nasara Cabrera, directora general de Asuntos Económicos con África, responde a las preguntas planteadas por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) en una entrevista que por su interés reproducimos en la web de ANCES. En esta conversación, Nasara Cabrera habla de la «apuesta firme» que se está haciendo «para que Canarias se posicione como nodo internacional de conocimiento hacia África».

¿Cómo valora la labor realizada a lo largo de este año 2020 del proyecto y el papel de Canarias como epicentro de conocimiento internacional y hub tecnológico?

En lo que respecta al espacio geográfico de influencia de la Dirección General de Asuntos Económicos con África, creo que se está haciendo una apuesta firme porque Canarias se posicione como nodo internacional de conocimiento hacia África. Canarias tiene muchas ventajas y elementos para hacer de ella ese espacio, hace falta simplemente ir creando la red de contactos y eventos de manera sostenida en el tiempo.

El año 2020 se ha aprovechado para trabajar en esa dirección dado que la conversión de los eventos físicos a eventos virtuales lo ha permitido. Hemos conseguido que en un evento esté presente el Banco Mundial, la Comisión Europea, centros de investigación de excelencia internacionales como la Universidad de Harvard, e investigadores e investigadoras africanas exponiendo el desarrollo y aplicación de sus trabajos de la mano de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Eventos como estos son los que pueden ir posicionando a Canarias como actor estratégico en esta interconexión.

¿Qué destacaría de los cursos que se han llevado a cabo, los cuales se han realizado de forma online a través de una plataforma creada por el ITC?

Lo importante de dichos cursos es el impacto que tengan. Eso lo sabremos a posteriori, pero de entrada hay que destacar la rápida conversión de los cursos, aparte de la creación de otros de ellos, ante la imposibilidad de realizarlos presencialmente. Hemos aprovechado proyectos que ya estaban en camino, como, por ejemplo, el de vigilancia epidemiológica que estaba llevando a cabo la Organización Mundial de la Salud en Mauritania, para profundizar y mejorar su formación con expertos de reconocido prestigio en Canarias. Además, hemos creado una formación ad hoc a necesidades manifestadas desde los colectivos beneficiarios, eso es una cuestión clave y que está directamente relacionada con el éxito (su impacto) de la formación.

Nos hemos enfrentado a varias problemáticas, como el cierre de la universidad de Nuakchott, pero hemos ido salvando estos obstáculos y al final se han podido desarrollar los cursos correctamente.

El Programa ha contado con la participación de instituciones de gran prestigio de 24 países diferentes y ha reunido a unos 300 profesionales de todo el mundo. ¿Qué supone esta representación tan destacada para un proyecto de estas características?

El proyecto ha tenido un alcance inesperado y precisamente el hecho de que fuera virtual ha estado en la base de tal alcance. Hemos llegado a universidades de países tan remotos para Canarias como Sudán, por ejemplo. Creo que es una muy buena noticia que nos conozcan en tantos países y que seamos quiénes hayan conectado a diferentes expertos y expertas del mundo en un proyecto que busca precisamente que unos especialistas se nutran de otros y que la formación pueda aplicarse y tener un impacto real en sus respectivas sociedades, ese es el fin del proyecto, y debe ser el fin de toda acción pública.

Puede que, en este proyecto, muchas de las personas escucharan por primera vez hablar de Canarias, y su primera imagen de nosotras será la de una región que les ha aportado algo. Una red de estas características tiene un valor enorme, no solo por lo que supone jugar ese papel, sino porque da lugar a muchas ramificaciones más y esto es solo el principio. Ahora toca consolidar y aumentar dicha red y para eso habrá que trabajar en ello.

¿Qué ha supuesto para el proyecto la participación también de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID)?

Crear alianzas es mucho más fácil de lo que parece y lo que se consigue con las alianzas es de un valor inestimable. Es cuestión de contactar con personas que representan instituciones e ir haciendo aliados/as en este camino. Buscábamos hacer formación en Mauritania y, por tanto, el actor clave allí era la AECID y desde la AECID nos pusieron en contacto con la persona que llevaban el proyecto de la Organización Mundial de la Salud en el país, donde se estaba trabajando con un grupo de estudiantes de 6º y 7º curso de la Facultad de Medicina y personal funcionario del Ministerio de Salud encargado de la vigilancia epidemiológica en los distintos distritos sanitarios del país, así que vimos una clara oportunidad de colaboración, ya que el responsable de dicho proyecto nos demandó formación en vigilancia epidemiológica, no solo para la COVID 19 sino para otras enfermedades comunes en Mauritania. Este curso pudo ser realizado gracias a la colaboración del instituto Canario de Enfermedades Tropicales y a su director, Basilio Valladares.

De dicha colaboración también surgió el curso sobre el tratamiento de aguas residuales elaborado por el departamento de Agua del ITC y dirigido a profesionales de la ingeniería en Mauritania. Este curso tiene aplicación directa para la gestión de aguas residuales en el país de cara a su uso y la calidad del agua tratada, mejorando el saneamiento, por tanto y también los riesgos de inundación.

Así que, como decía al principio, algo tan fácil como establecer un contacto puede generar resultados de gran importancia.

Como responsable de la DG de Asuntos Económicos con África del Gobierno de Canarias, ¿en qué medida se han cumplido los objetivos planteados al inicio del proyecto?

Al principio de la pandemia parecía que todos los proyectos se desmoronaban, sobre todo, en el caso concreto de un área totalmente ligada a la conexión, a los desplazamientos, y a la realización de eventos con alcance internacional. Sin embargo, esta situación nos ha llevado a lugares nuevos y, por consiguiente, nos ha traído nuevas oportunidades. Los objetivos planteados con el proyecto en un principio han rebasado nuestras expectativas, la red que se ha creado es enorme y potente, la formación se ha diversificado y hemos pasado de la tecnología médica a otro tipo de contenidos, multiplicando así el alcance e impacto del proyecto.

En las Jornadas Internacionales que celebramos el pasado 18 de diciembre ya vimos una parte de estos resultados, como por ejemplo el diseño de atlas digitales anatómicos del grupo de la universidad de Sudán, realizados en tan solo tres meses, es asombroso ver cómo se materializan estos proyectos y cuál es su aplicación real.

¿Tendrá continuidad para el próximo año 2021?

Sí. La idea es seguir consolidando y aumentado esta red. Seguir la línea que hemos llevado hasta ahora de crear formaciones muy adaptadas al terreno, a lo que se demande y sumarnos, en la medida de lo posible, a proyectos comenzados o grupos ya hechos, para aprovechar las inercias ya comenzadas, ya que se suele avanzar más rápido de ese modo. Buscamos efectividad y, si algo hemos aprendido este año, es que podemos hacer muchas cosas útiles con poco dinero si las sabemos hacer bien, y bien es adaptándonos a la necesidad del otro, y uniendo esa necesidad con las potencialidades de las que disponemos en Canarias o, incluso, buscándolas desde Canarias en otros países. Ese es nuestro papel y ese es el papel que seguiremos desarrollando.